Con la democratización de las nuevas tecnologías y la evolución del marketing, es habitual que recibamos encargos de traducción con maquetaciones cada vez más complejas y en multitud de formatos.
Esto es especialmente remarcable en el campo de la traducción editorial y publicitaria, donde solemos encontramos con archivos propios del diseño gráfico y posmaquetación realizados con programas como Photoshop, InDesign, InCopy y otros muchos.
Ya te enseñamos en un artículo anterior cómo preparar archivos de InDesign para su traducción, pero hay un aspecto particular de la maquetación de la que aún no hemos hablado: el temido kerning.
¿Quieres saber qué es el kerning y cómo evitar los quebraderos de cabeza que supone al trabajar con Trados? Te lo contamos a continuación, y además, te daremos un pequeño truco que te hará la vida mucho más sencilla.
¡Comenzamos!
¿Qué es el kerning o interletraje?
Aunque tal vez te suene a chino —y no esté entre tus pares de idiomas—, el kerning es un concepto muy común en tipografía y diseño gráfico. ¿Y por qué deberías de tenerlo en cuenta como traductor o traductora? Pues porque Trados lo tiene en cuenta, te guste o no, así que veamos primero lo que significa, para luego poder gestionarlo.
El concepto de kerning es tan antiguo como la tipografía en sí, y proviene de «Kern» o volado, en español. Este volado es la parte de las letras que sobresale de las piezas físicas que las recogen en la imprenta, y que permite cierta superposición estética. Así pues, el kerning será el procedimiento de modificar dicho volado entre dos letras adyacentes con el fin de lograr una distribución más armoniosa y una mejor lectura de los textos.
El tracking, por su parte, es el espacio interletra que se añade, de manera sistemática entre los caracteres de una determinada tipografía con la misma intención estética. En otras palabras, el tracking habla de lo general, y si lo modificamos, lo haremos en todas las letras de un texto, mientras que el kerning habla de la alteración particular del tracking aplicado exclusivamente a dos letras adyacentes concretas que, debido a su particular morfología, puedan chocar o parecer más separadas al ojo humano de lo que están en realidad. Sencillo, ¿no?
Una vez aclaradas las definiciones, hablemos de por qué deberíamos de tener en cuenta el tracking cuando trabajemos con documentos en SDL Trados.
Kerning, Trados y el formato bailarín
Cuando se encuentra un texto maquetado en el que hay un proceso de kerning, normalmente cualquier traductor o traductora se echa a temblar. ¿El motivo? Que lo más seguro es que, al extraer el archivo meta de Trados, todo el formato se habrá puesto a bailar la samba, y tendremos que corregirlo manualmente, frase a frase.
Al ser un procedimiento particular y reversible, el kerning se puede aplicar a diferentes partes del texto según la conveniencia estética. Imagina el trabajo que implicará esto si, como suele ocurrir, el kerning o interletraje varía de un párrafo a otro, o entre los títulos y el cuerpo. Un auténtico dolor de cabeza.
¿Cómo podemos conservar el formato de las maquetaciones, entonces? No desesperes, te lo enseñamos a continuación, y es muy sencillo.
¿Cómo hacer que Trados respete el interletraje?
Cuando Trados detecta la existencia de kerning o tracking, la marca de manera particular, mediante las etiquetas <k…> o <t…>, respectivamente. Esta capacidad permite al programa decidir qué hacer con él.
Si queremos que Trados respete el interletraje y no nos mande al traste todo el formato, simplemente tendremos que ir a:
Configuración del proyecto > Tipos de archivo > Elegir el tipo de archivo del texto original.
Una vez allí, nos aseguraremos de que el clic de la opción «Omitir formato de fuentes avanzado (ajuste de espaciado entre caracteres, interletraje, etc.)» esté quitado.
¿Así de sencillo? Así de sencillo. ¡Pero cuidado!
Si el documento a traducir es un archivo Adobe InDesign CS2-CS4 INX, la configuración será distinta. En este caso debemos pinchar en la sección «común» y comprobar que esté activa la casilla «Procesar interletraje y ajuste de espaciado».
Ahora sí, todo listo para que nuestro formato no se vea modificado.
Con este sencillo truco, conservaremos idéntico el aspecto original del documento origen, lo que es de vital importancia en presentaciones y archivos de diseño gráfico.
Pero, un momento… si es tan engorroso y la solución es tan sencilla… ¿Por qué alguien querría modificar el kerning en Trados? La respuesta es fácil y tiene que ver, paradójicamente, con que Trados detecta esto como un cambio de formato.
Cuando forzamos a Trados a respetar el kerning, la herramienta TAO entiende que existe un cambio en el formato al que está acostumbrado, aunque el texto sea idéntico. Esto puede interferir en el proceso de traducción, ya que se pueden perder coincidencias exactas y el 100% de memoria, por lo que tendremos que modificar etiquetas para que el programa lo reconozca exactamente como el texto original.
Si tienes en cuenta estos factores, podrás decidir qué es lo que te conviene más en cada proyecto: conservar el formato cuando la maquetación es compleja, o respetar las memorias de traducción si el cambio de formato no implica un gran trabajo de posmaquetación.
Esperamos que este pequeño truco te haya sido de gran ayuda.
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