¿Traducción jurídica o traducción jurada? A primera vista suenan parecido, pero nada más lejos de la realidad. Si alguna vez te has preguntado cuáles son las diferencias entre ambas o cuándo necesitas una traducción jurada, este artículo es para ti. Te lo explicamos de forma clara y sencilla, con ejemplos concretos, para que nunca más las confundas.
¡Empezamos!
¿Qué es la traducción jurídica?
La traducción jurídica consiste en traducir documentos del ámbito legal —contratos, leyes, sentencias, dictámenes, etc.— de un idioma a otro. El traductor y la traductora jurídicos dominan el lenguaje jurídico en ambas lenguas para que la traducción conserve el mismo efecto legal que el texto original. Y esto último es superimportante: no basta con que suenen parecido o tenga coherencia, sino que debe ajustarse adecuadamente a la legislación y la terminología del país meta, aunque eso implique ciertas modificaciones en el texto.
¿Y la traducción jurada?
La traducción jurada es una traducción oficial realizada por un traductor-intérprete jurado acreditado por el Estado. Va firmada y sellada por este profesional, quien certifica bajo juramento que la traducción es fiel al original, por lo que tiene validez legal ante cualquier organismo. Por ejemplo, para entregar tu título universitario extranjero en una universidad española, necesitarás la traducción jurada de ese diploma. Aquí la temática del texto no importa: puede ser legal, técnica o médica; lo que la hace «jurada» es la certificación oficial, no el tema.
Diferencias clave entre una y otra
Cómo vemos, son patentes las diferencias entre ambos tipos de traducción. A continuación te hacemos un resumen claro de las principales:
- Ámbito vs oficialidad: La traducción jurídica se define por su tema (documentos de Derecho) y la traducción jurada se define por su carácter oficial (traducción certificada con sello y firma).
- ¿Quién la realiza?: Cualquier traductor especializado en Derecho puede hacer una traducción jurídica; en cambio, una jurada solo la realiza un traductor jurado oficialmente acreditado.
- Uso y validez: La traducción jurídica se utiliza con fines informativos o internos y no tiene validez oficial. La traducción jurada sí tiene validez legal: va sellada y firmada, y te la exigirán para trámites ante autoridades (juzgados, ministerios, universidades, etc.).
¿Cuándo necesitas una traducción jurídica?
Piensa en situaciones del mundo profesional donde manejas documentos legales pero que no vas a presentar oficialmente. Por ejemplo, si tu empresa necesita traducir un contrato interno del inglés al español para uso dentro de la oficina, bastará con una traducción jurídica (no hace falta sello oficial). En general, siempre que traduzcas un texto legal por motivos informativos o de trabajo (no para entregarlo a una autoridad), lo que necesitas es una traducción jurídica.
¿Y la traducción jurada para cuándo?
La regla práctica es: si tienes que presentar un documento en otro idioma ante una entidad oficial, seguramente necesitarás su traducción jurada. Por ejemplo, para trámites de extranjería o nacionalidad te exigirán la traducción jurada de documentos civiles como tu partida de nacimiento, certificado de matrimonio o antecedentes penales. De igual modo, si vas a homologar un título académico extranjero, la universidad te pedirá la traducción jurada de tu diploma y expediente académico. En general, cualquier documento oficial extranjero que debas entregar en España requerirá una traducción jurada para que sea aceptado.
Conclusión
En definitiva, traducción jurídica y traducción jurada son servicios diferentes que pueden solaparse en ocasiones (por ejemplo, un contrato legal puede requerir una traducción jurada). Lo importante es saber identificar qué necesitas en cada situación. Si tienes dudas, lo mejor es consultar con un profesional de la traducción.
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