Cada año encontrar algo «original» que regalar por Navidad. Al final, terminamos buscando a la desesperada en Internet y nos dejamos una pasta para terminar comprando lo de siempre. ¿Te suena la escena?
Pues no te preocupes, que tenemos un puñado de soluciones. Si tienes cerca a traductores, intérpretes, filólogos o simplemente personas que adoran aprender idiomas, quizá este año te apetezca salir del ciclo de paquetes y mensajeros y apostar por estos originales regalos de Navidad basados en experiencias y detalles hechos a mano.
¿Empezamos?
1. Curso de caligrafía japonesa: arte, calma y kanji
El shodō, la caligrafía japonesa, es una forma preciosa de unir lengua y arte: pincel, tinta, respiración y trazos que, poco a poco, se convierten en caracteres con significado. Toda una experiencia de atención plena. ¡Es casi terapéutico!
Puedes regalar un curso presencial u online y acompañarlo de un vale hecho a mano donde expliques por qué has elegido ese regalo. Añade algún detalle simbólico: una pequeña lámina con su nombre en katakana o una frase sencilla en japonés copiada con cuidado.
Para profesionales de la traducción acostumbrados a trabajar a toda velocidad, este tipo de experiencia les permite «habitar» el idioma desde otro lugar.
2. Bono de formación a medida para profesionales de la lengua
Cada vez es más habitual que academias, escuelas especializadas y plataformas de formación ofrezcan tarjetas-regalo o bonos para cursos, también en el ámbito de los idiomas. La idea de «regala formación» se ha consolidado como alternativa a los regalos tradicionales. ¿A que mola?
En el caso de traductores e intérpretes, puedes regalar:
- Un curso de especialización (jurídico, médico, localización, maquetación, etc.).
- El acceso a una formación sobre marketing para traductores, gestión de proyectos o tarifas.
Si esa persona traductora es, además, autónoma, te aseguramos que esto le vendrá como maná caído del cielo.
P.D.: aunque el bono sea digital, entrégalo dentro de una tarjeta escrita a mano, quizá en dos o tres idiomas. ¡Cúrrate un poco este maravilloso su crecimiento profesional en forma de experiencia!
3. Calendario de Adviento «lingüístico»
Para peques… y no tan peques. Se trata de un calendario de Adviento artesanal en el que, detrás de cada «ventanita», haya un mini reto lingüístico en el idioma que queráis practicar.
- Día 1: una palabra nueva.
- Día 2: un trabalenguas.
- Día 3: una mini misión («encuentra algo verde y dilo en inglés»).
- Día 4: una expresión navideña en otra lengua.
- Día 5: alguna curiosidad sobre idiomas, etc.
Puedes inspirarte en propuestas de juegos navideños para aprender inglés que recomiendan algunos centros especializados, donde la Navidad se aprovecha como momento ideal para aprender jugando.
Para familias bilingües o con niños que ya reciben clases de idiomas, es una manera sencilla de integrar la lengua en la rutina diaria sin que parezca «deberes».
4. Gymkhana navideña multilingüe en casa
Otra opción muy divertida es organizar una gymkhana por la casa con pistas en varios idiomas adaptados al nivel de cada participante. El regalo puede ser un amigo invisible temático. ¡Deja volar tu imaginación! Pero no te olvides de organizar las diferentes pruebas.
- Pistas con vocabulario navideño en inglés, francés o el idioma que os interese.
- Pequeños acertijos para descifrar con ayuda de un diccionario.
- Pruebas creativas: inventar un villancico con tres palabras obligatorias en otro idioma, grabar un mensaje de audio para un familiar que vive en el extranjero, etc.
Muchas propuestas de juegos navideños insisten en que el movimiento y la dinámica en grupo facilitan la adquisición de vocabulario. Solo necesitas papel, rotuladores y ganas de jugar.
5. Teatro y villancicos en varios idiomas
Si en tu entorno hay personas a las que les cuestan los idiomas, pero no tienen vergüenza ninguna, el teatro casero y los villancicos son una excusa perfecta para soltarse. Podéis montar:
- una pequeña obra en la que cada personaje hable (o salpique) con frases en otra lengua,
- un concierto de villancicos donde cada estrofa esté en un idioma distinto o
- una lectura dramatizada de felicitaciones navideñas en inglés y francés, por ejemplo, usando expresiones sencillas.
Para traductores e intérpretes, puede ser divertido jugar a «doblar» escenas de películas en directo, alternar versiones o experimentar con diferentes registros. ¿Quién crees que lo hará mejor?
Conclusión: el mejor regalo es tiempo compartido
Detrás de estos cinco regalos de Navidad para amantes de los idiomas hay una idea común: no se trata de acumular objetos, sino de compartir tiempo, curiosidad y palabras en más de una lengua. Cualquiera de ellos pueden convertirse en recuerdos mucho más duraderos que cualquier «cacharro».
Si trabajas con las palabras, sabes bien que los idiomas son, sobre todo, experiencias vividas. Y si no, estos regalos son una forma preciosa de conocer la belleza de otras lenguas.
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¡Feliz Navidad!
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