La transtextualidad

¿Qué es la transtextualidad?

Hoy os traemos uno de esos términos que no solemos tener muy presentes, pero que encierran un significado fascinante y más relacionado con la traducción de textos de lo que a priori podría parecernos. 

¿Quieres saber el significado de transtextualidad y cuáles son sus tipos?

¡Comenzamos!

Definición de transtextualidad

El concepto de transtextualidad fue acuñado por el escritor, crítico y teórico literario Gérard Genette en su obra «Palimpsestos: la literatura en segundo grado», publicado en 1982. En él, Genette reformula el propio concepto de intertextualidad —que ya había definido Julia Kristeva en 1967— y lo acota dentro de las cinco categorías que conforman el propio concepto de transtextualidad.

Genette no pone el foco únicamente en la construcción del discurso narrativo, sino que se interesa por las relaciones que pueden existir entre el texto y los diferentes elementos que lo rodean, lo amplían, lo matizan y le dan sentido. Estos elementos pueden ir desde los títulos y subtítulos, hasta las citas, referencias, elementos definitorios de un género, e incluso elementos no textuales y transformaciones del texto a otros formatos, como ya veremos más adelante.

Para tratar de explicar estas relaciones, Genette habla de un concepto particularmente interesante, que es la «transcendencia textual del texto», entendiendo el texto no de manera literal, sino como un «tejido de significaciones» en donde se recoge no solo el texto escrito, sino también obras audiovisuales, fotográficas e incluso arquitectónicas. 

Por lo tanto, hablaremos de relaciones transtextuales cuando hagamos referencia a los fenómenos que relacionen a cualquier obra con otra, en sentido amplio. Esta relación podrá ser explícita, implícita o incluso subrepticia.

Tipos de transtextualidad

Para Genette, casi todos los textos, literarios o no, y demás producciones creativas están relacionadas de alguna manera con otras obras previas, y divide la relación que se establece entre ellas en cinco grandes grupos:

Intertextualidad

Aunque por regla general se utiliza como término genérico para hablar de todas las relaciones textuales, Genette en este caso las acota a aquella relación en la que un texto aparece dentro de otro, ya sea a través de citas, alusiones o plagios. Por lo tanto, ambos textos deberán estar presentes, directa o indirectamente.

La intertextualidad por cita es la más directa de las tres, ya que se incluye el texto anterior exacto, o un fragmento de este, normalmente entrecomillado y con mención al texto o al autor. Otro ejemplo más prosaico puede ser la reproducción exacta de las palabras dichas por un experto dentro de un texto académico.

Por otro lado, la intertextualidad por alusión, asume que el receptor del texto tiene conocimientos o información suficientes acerca de las referencias citadas como para obviar al autor, el entrecomillado, o incluso ser flexible respecto al texto exacto que se cita. Este tipo de intertextualidad es muy habitual en prácticamente cualquier obra audiovisual o literaria, a modo de guiños y homenajes a otras obras anteriores de la cultura popular. Si el receptor no conoce la referencia previa, igualmente podrá seguir el discurso del nuevo texto, pero se perderá parte de la información y la intención del autor.

La tercera es la más controvertida de las tres, ya que alude a una práctica delictiva. En la intertextualidad por plagio, el autor del nuevo plagio utiliza las palabras o imágenes de un autor previo sin citarlo, y haciéndolas pasar por un trabajo propio. Todos conocemos sonados plagios académicos, literarios, cinematográficos o publicitarios, puesto que, por desgracia, puede ser una práctica bastante común. Este tipo de intertextualidad se diferencia de la anterior en la intencionalidad del autor del nuevo texto, ya que no existe espíritu de homenajear, sino de apropiarse del trabajo de otra persona.

Paratextualidad

En este caso, Genette no habla de un texto A o parte de él introducido en un texto B, sino que alude a la relación de un determinado texto con todos los elementos que sirven para complementar, reforzar, matizar o incluso dotar de un nuevo significado al texto. Estos elementos pueden ser no textuales, como imágenes, ilustraciones, colores, etc., o pueden ser textuales pero accesorias, como los subtítulos, títulos, prólogos o notas al pie. Por poner un ejemplo, la elección de una determinada fuente tipográfica y no otra, puede cambiar completamente el sentido del mensaje que se pretende transmitir.

Estos elementos para textuales, por lo tanto, ampliarán de alguna manera la información que aporta el texto matriz.

Metatextualidad

En este caso, el texto B hace referencia al texto A, directa o indirectamente, en un ejercicio de crítica o comentario del mismo. No tiene por qué hacer mención explícita del mismo, pero, de alguna manera, deja clara la referencia del texto al que se alude, al realizar una labor expositiva o de opinión.

Ejemplos claros de este tipo de transtextualidad son las críticas literarias, los tuits de respuesta a otra publicación previa, o esos vídeos de reacción a una determinada canción, vídeo o meme, que se han puesto últimamente tan de moda entre los «streamers» y «youtubers».

Otro ejemplo de metatextualidad, quizás más extraño, pero también muy habitual, es la ruptura de la cuarta pared en el cine o el teatro, cuando uno de los personajes se dirige directamente al público, o cuando una obra se explica a sí misma de manera autoreferencial y autoconsciente. Toda una oda a la posmodernidad.

Hipertextualidad

Ciñéndonos a la definición estricta, las relaciones hipertextuales son las que incluyen un texto B o hipertexto, que parte de un texto A, anterior a este, al que llamamos hipotexto. La relación que se establece entre el hipertexto y el hipotexto será, habitualmente, de imitación, parodia o transformación.

Así tendremos, dentro de esta categoría, todas las versiones inspiradas en obras originales, la transformación de una obra en un formato diferente, o los «sketches» humorísticos que hacen alusión a personajes o circunstancias previas.

De un mismo hipotexto pueden derivar muchos otros hipertextos, que en este caso serán los que le lleguen al receptor, ya que el hipotexto solo estará presente de manera implícita.

Al igual que ocurría en la intertextualidad por alusión, el desconocimiento de la referencia por parte del receptor hará que parte del mensaje se pierda, en cierto modo.

También hablamos de hipertextos en localización, cuando aludimos a fragmentos textuales o gráficos que están vinculados a otros como una manera de presentar la información de manera no necesariamente secuencial. Ese hipervínculo a nuestro artículo sobre localización que acabas de pasar por alto es un magnífico ejemplo de esta acepción.

Architextualidad

Cuando hablamos de arquitextualidad no nos referiremos, como en los anteriores casos, solo a la relación existente entre el contenido de un texto respecto al del otro. Aquí también entrarán en juego aspectos formales y estructurales que los relacionan y los circunscriben a una determinada categoría. De manera muy genera, por ejemplo, sabremos que dos textos son poemas, porque ambos tendrán una serie de elementos relacionados como la métrica, la rima, la tabulación, etc.

Así pues, esta categoría emparentará los textos, como dice el propio Genette, en función de estas categorías comunes en géneros literarios, subgéneros y clases de textos, permitiendo categorizar los textos a través de sus componentes.

A pesar de que Genette define claramente estas cinco categorías diferenciadas, lo cierto es que es muy poco habitual que se encuentren aisladas, y a menudo aparecen como una combinación de varias de ellas.

Para los traductores, conocer las referencias de los textos a los que se aluden es clave para comprender los diferentes matices de la información que se presenta en un texto original, y tomar la mejor decisión posible a la hora de elegir cómo traducirlo adecuadamente.

Por otro lado, en disciplinas como la transcreación, la localización, la internacionalización o la traducción audiovisual, un correcto uso de los paratextos e hipertextos y una adecuada comprensión de su definición ayudará a preservar el mensaje original y su intencionalidad, una vez traducidos.

Esperamos haberte aclarado el concepto de transtextualidad y sus categorías. Nosotros seremos felices si sales de este artículo teniendo claro que «everything is connected».

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