Aunque ya publicamos un artículo hablando largo y tendido sobre el concepto de localización, todavía hay mucha gente que tiende a equipararla con la traducción. Por eso hemos decidido ahondar un poco más en las diferencias que existen entre traducción y localización.
¿Empezamos?
Diferencias entre localización y traducción
No vamos a definir de nuevo el término localización o L10N, pero podríamos decir que la localización es una traducción 3.0 o una suerte de traducción “holística”. Antes de llevarnos las manos a la cabeza, voy a explicarme un poco mejor: me refiero a la localización como traducción holística, porque engloba el término “traducción” en su concepto más amplio posible. No solo implica la comprensión de un texto de origen en un idioma y la posterior producción de un texto meta equivalente en un idioma distinto, sino que también requiere la adaptación del mensaje que pretende transmitir dicho texto a la idiosincrasia del país o la cultura (“locale”, en inglés) a la que irá dirigido. La localización, por lo tanto, supone un proceso más comprensivo, relacionado con el acervo cultural más allá del idioma.
Para realizar una localización adecuada, existe un sinfín de elementos que tendremos que tener en cuenta, entre los que destacan los diferentes sistemas de medida, los formatos de fecha, las acepciones de palabras diferentes en distintas regiones, la moneda, los tamaños de papelería estándar o la longitud del texto en cada idioma, entre otras muchas cosas.
Estas diferencias pueden resultar cruciales, especialmente cuando nos enfrentamos a trabajos relacionados con la traducción dentro de aplicaciones o software.
L10N no es solo sinónimo de nuevas tecnologías
Otro de los errores habituales en los que se suele caer es el de asociar la localización exclusivamente al desarrollo de aplicaciones, webs, programas o videojuegos, en definitiva, al ámbito digital.
De hecho, cualquier elemento destinado a dar a conocer un producto o servicio dentro de un determinado mercado local es un perfecto candidato para someterse a un proceso de localización. Ya sean envoltorios, posters o manuales de instrucciones, todos los elementos de cartelería, paquetería o papelería deberían adaptar su texto y diseño, tanto al idioma de nuestro mercado objetivo, como a sus diferencias culturales y lingüísticas.
En ese sentido, la localización no solo está íntimamente ligada a la transcreación, por su componente creativo y de marketing, sino que ambas suponen unas herramientas indispensables para la internacionalización de empresas.
Un producto que se presente de la manera más natural posible a un mercado objetivo tendrá una mejor adaptación y, por lo tanto, contribuirá a una fidelización más efectiva.
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Con el fin de hacer frente a una localización de forma eficaz, los traductores utilizan una serie de herramientas que contribuyen a facilitar el proceso. No entraremos a describirlas en detalle, ya que hablamos de ellas extensamente en nuestro artículo sobre herramientas TAO, pero podríamos destacar algunas de ellas:
- Memorias de traducción como SDL Trados, SLDX o Wordfast
- Herramientas específicas para localización, como SLD Passolo o Alchemy Catalyst.
- Codificación específica para la identificación por pares del idioma y mercado local adecuados para cada texto (es-ES, es-MX, es-AR, pt-PT, pt-BR, en-GB, en-US, etc.).
Como hemos visto, la localización en un proceso en el que la traducción es el primer y fundamental paso, pero va mucho más allá de ella, ya que no solo requiere buscar la palabra exacta, sino también encontrar el sentido preciso que queremos dar a todo el concepto para llegar al mercado local de la manera más natural y cercana.
Zesauro Traducciones ha hecho de esto su particular leitmotiv, para ofrecer a sus clientes un servicio profesional y de calidad.
Si queréis más información sobre nuestros servicios de traducción y localización, no dudéis en dejar vuestros comentarios, o poneos en contacto con nosotras a través de nuestro formulario.
Estaremos encantadas de ayudaros en todo lo que esté en nuestra mano.
¡Saludos!