Con la creciente internacionalización de las empresas, muchas se ven obligadas a traducir sus cuentas anuales para contribuir a la transparencia en los diferentes países en los que opera, o para facilitar la comunicación con diferentes inversores internacionales.
La traducción de cuentas anuales es un proceso delicado por el alto grado de especialización que requiere, así como por la información sensible que se maneja.
Por lo tanto, es fundamental encargar esta tarea a traductores con altos conocimientos financieros y contables, además de jurídicos.
Continuando con nuestra serie de artículos sobre traducción de cuentas anuales, hoy vamos a aclarar la diferencia entre balance anual (annual report) y estados financieros o cuentas anuales (financial statements).
Aunque suele hablarse indistintamente de cuentas anuales, informes financieros o balances anuales, estos términos no son sinónimos y es importante conocer las diferencias a la hora de realizar una traducción lo más precisa posible.
ESTADOS FINANCIEROS
Los estados financieros son un tipo de informe contable destinado a informar públicamente sobre la situación financiera de una empresa. Normalmente están destinados a personas externas a la misma (inversores, accionistas, etc.), por lo que deben de ser redactados de manera sencilla y sistematizada, de manera que sean fáciles de entender y de comparar con períodos contables previos.
Este tipo de informes, en función del tipo de información que contengan, podrán ser:
- Estado de situación patrimonial: contiene el balance general de la información financiera de la empresa (activos, pasivos y patrimonio neto).
- Estado de resultados: informa sobre los gastos e ingresos de la compañía, producto de su actividad a los largo de todo el período contable.
- Estado de evolución del patrimonio neto: da cuenta de las diferentes transacciones con los propietarios, así como el resultado del período contable, que puede ser de superávit o de déficit.
- Estado de flujo efectivo: informa sobre los activos líquidos de la empresa, clasificándolos en función de su origen, variación neta, flujos y destino del mismo.
Si quieres profundizar más en los diferentes estados contables, puedes leer este interesante artículo del Instituto Europeo de Asesoría Fiscal (INEAF).
BALANCE ANUAL
Si bien los estados financieros se encargan de plasmar la salud de la compañía mediante una información contable clara y concisa, el balance anual no solo recoge dicha información, sino que además realiza un análisis pormenorizado de la misma, incluyendo posibles soluciones a problemas detectados, nuevas estrategias de crecimiento o expansión, presentación de productos o servicios y, en general, los siguientes pasos a seguir para contribuir al desarrollo económico de la compañía en el siguiente período contable (las conocidas como “Notes to the financial statements“, en inglés).
Por lo tanto, a pesar de parecer términos equivalentes, estados financieros y balance anual son informes diferentes que, a pesar de ser complementarios, tienen distintos objetivos y diferentes destinatarios, por lo que no debemos confundirlos.
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