El proceso de escuchar y estructurar un discurso en un idioma, para luego trasponerlo en un idioma diferente, supone un esfuerzo titánico de memoria y comprensión que sería muy complejo de llevar a cabo sin la ayuda de una adecuada toma de notas.
En este artículo te explicaremos en qué consiste esta técnica y por qué es tan útil durante la interpretación consecutiva.
¡Comenzamos!
¿Qué es la toma de notas?
Como su propio nombre indica, la toma de notas consiste en la anotación, mediante símbolos, cifras y abreviaciones, de los conceptos clave del discurso del orador u oradora a medida que habla, para servir de ayuda en el momento de la interpretación del mismo en el idioma meta. Por lo tanto, no sustituye, sino que complementa al proceso de memorización y el uso de diferentes estrategias mnemotécnicas necesarios para la interpretación consecutiva.
Uno de los principales exponentes y máximos desarrolladores de esta técnica fue Jean-François Rozan, gracias a su libro «La prise de notes en interprétation consécutive», considerada una obra de referencia en la toma de notas y la interpretación consecutiva en general. No obstante, autores como Danica Seleskovitch o Andrew Gillies, entre otros, han ido desarrollándola y perfeccionándola a lo largo del tiempo.
Rozán elabora dicha técnica a partir de una serie de principios esenciales y símbolos universales que utilizaremos como anclajes de memoria para hilar el discurso sin necesidad de transcribirlo por completo. Esto es fundamental, no solo para entender la técnica, sino todo el proceso de la interpretación consecutiva, y es algo en lo que insiste constantemente Rozan: debemos centrarnos en los conceptos o ideas más amplios a la hora de reformular el discurso y no pretender traducir palabra por palabra.
Pero la toma de notas no solo es útil para evitar memorizar datos descontextualizados, cifras o nombres; además, es una herramienta indispensable para ayudarnos a analizar, comprender y estructurar el discurso, identificando los conceptos fundamentales de manera rápida, explícita y adecuada al contexto en el que trabajamos. Además, reduciremos drásticamente las interrupciones continuas los oradores, lo que facilitará la fluidez de su intervención y el entendimiento por parte de la audiencia.
Por otro lado, el hecho de trabajar con conceptos amplios nos facilita evitar una interpretación con un estilo de habla demasiado apegado a la gramática y léxico de la lengua original.
Principios esenciales de Rozan
La técnica desarrollada por Rozan consta de siete principios fundamentales para una adecuada toma de notas, además de veinte símbolos que nos ayuden a optimizar los recursos mientras llevamos a cabo la interpretación.
- Transposición de la idea antes que de la palabra.
Rozan hace hincapié en la importancia de procesar y analizar el sentido general discurso de manera adecuada a través de la escucha activa, para que sea eso lo que anotemos mediante los símbolos y abreviaturas. Para ello, es preferible tomar las notas en la lengua de interpretación, en lugar de en la lengua de origen, extrayendo las ideas fundamentales, expresadas de manera sencilla y directa.
- Las reglas de la abreviación.
Dado que el ritmo natural de la interpretación impide escribir palabras completas, Rozan recomienda utilizar abreviaturas formadas por las primeras y últimas letras de la palabra-concepto utilizada, de tal manera que escribamos la raíz de la misma seguida de la terminación como superíndice.
stics (Statistiques).
De esta manera evitaremos las ambigüedades que se podrían dar en determinados conceptos si solo escribiésemos el principio de la palabra, además de permitirnos definir el género, número o tiempo verbal de un vistazo.
Por otro lado, Rozan también propone emplear abreviaturas de estilo, en las que, mediante la formulación anterior, trabajaremos con conceptos que condensen frases completas, haciendo más fácil desarrollarlo a posteriori con nuestras propias palabras.
sitón now (Teniendo en cuenta la situación, tal y como se presenta en la actualidad).
- Los encadenamientos.
Es fundamental incluir siempre el tipo de conexión entre los conceptos que plasmamos en nuestras notas. Rozan propone algunos de estos conectores como, por ejemplo:
As → Ya que, puesto que, dado que, teniendo en cuenta que…
Ref → En referencia a, en lo que se refiere a, en lo concerniente a…
≠ → Opuesto, en desacuerdo, diferente, distinto…
De+ → Además, también, al margen…
Además, es habitual el empleo de flechas que conecten ideas relacionadas para facilitar su comprensión.
- La negación.
Para el concepto de negación, Rozan propone utilizar una raya inclinada que tache el término que precisamos negar o considerar como opuesto, o anteponer la conjunción “no” al término en cuestión.
- La acentuación.
Otro principio muy práctico que nos evitará la utilización adicional de adjetivos calificativos es reforzar o atenuar la importancia de un concepto determinado, mediante el uso de un subrayado simple (o incluso doble) o un subrayado con una línea de puntos, respectivamente.
- La verticalidad.
La superposición vertical de conceptos relacionados es una estrategia muy útil para estructurar el mensaje de manera sencilla y eficaz, agrupando las ideas. Además, Rozan propone la utilización de paréntesis para englobar ideas subordinadas a la principal que sirven para precisarla, pero que no tienen la misma importancia.
- El escalonamiento o décalage.
Situar los diferentes elementos de una frase (sujeto, verbo y complementos) de manera escalonada y en diagonal, es uno de los principios fundamentales de la técnica de Rozan. Esta disposición facilita la concisión y permite una visualización rápida y sencilla de la relación entre los elementos empleados, evitando confusiones.
Símbolos
Junto con la toma de notas necesaria de cifras, fechas y nombres, Rozan propone en su libro veinte símbolos que representan conceptos habituales, aunque insiste en la importancia de limitar su uso a lo estrictamente necesario. De lo contrario, terminaremos con unas notas cargadas de signos y dibujos que deberemos descifrar, obteniendo el resultado contrario al que se pretendía en un principio. Estos símbolos se dividen en cuatro grandes familias:
- De expresión. Representan conceptos básicos de pensamiento (:), palabra («), discusión (ʘ) o aprobación (OK).
- De movimiento. Se emplea una flecha con diferentes orientaciones para definir orientación (→), aumento (↗) o disminución (↘).
- De correspondencia. Utilizados para relacionar (/), asemejar (=), diferenciar (≠), sumar (+), restar (–) o encuadrar ([]) los diferentes elementos de un mismo enunciado.
- De sustantivos. Además de los símbolos generales, Rozan propone símbolos específicos para conceptos de uso habitual en ámbitos políticos y sociales. Estos son:
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- Cuadrado vacío para representar el concepto de país o nación.
- Cuadrado con una «x» en su interior como representación de “extranjero” o “internacional”.
- W para representar conceptos como mundial o global.
- w para trabajo.
- Ms para “miembros principales”.
- ? para cuestión, duda o problema.
- TR para comercio o relaciones comerciales.
-
A pesar de estas propuestas, es importante que cada intérprete desarrolle su propio sistema de símbolos personalizados con el que se sienta cómodo y cuyo uso surja de la manera más natural posible, siempre limitándolos al máximo, para evitar entorpecer su posterior interpretación.
En esta completa página sobre toma de notas puedes encontrar información detallada y una lista de otros símbolos de uso habitual.
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