Hoy os traemos la quinta entrega de nuestra serie de artículos sobre los diferentes tipos de interpretación que existen. Refresquemos un poco los que hemos tratado hasta ahora:
- Interpretación simultánea.
- Interpretación consecutiva.
- Interpretación bilateral o de enlace.
- Interpretación susurrada.
- Interpretación jurada.
- Interpretación por relé.
- Interpretación por traducción a la vista.
Aunque ya hablamos en su momento de la traducción jurada, hoy nos detendremos un poco más en la vertiente oral de esta modalidad: la interpretación jurada y sus particularidades.
¿Qué es la interpretación jurada?
La definición más sencilla de interpretación jurada, es aquella traducción realizada de manera oral por un intérprete debidamente avalado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, normalmente en un ámbito oficial, legal o relativo a instituciones públicas donde el testimonio del cliente deba quedar adecuadamente certificado.
El intérprete jurado deberá realizar dicha traducción de la manera más fiel posible al idioma original, huyendo de deducciones o paráfrasis, dado que su versión es la única que le llegará al juez. En este sentido, el intérprete jurado actuará como si de un notario se tratase, avalando la traducción y haciéndose responsable de la exactitud de su contenido.
Este tipo de interpretaciones se utilizan en trámites de carácter público u oficial, dentro del ámbito de la justicia, la diplomacia o en caso de empresas privadas que aspiren a contratos públicos, en los que se requiere de un intérprete jurado para su reconocimiento por parte de las administraciones.
Tal es el peso del papel que juega un intérprete jurado en este tipo de procedimientos que, en el caso de un juicio, por ejemplo, el abogado del acusado no podrá participar en absoluto, ni matizar lo que el intérprete traduzca. Por ello, los intérpretes jurados deben tener una gran experiencia en los procedimientos judiciales, además de un dominio del idioma, del lenguaje técnico empleado y de la propia temática del procedimiento. El intérprete jurado se convierte en la voz de acusados y testigos, por lo que debe preparase el juicio casi al mismo nivel que los propios abogados, ya que a menudo se tratan temas muy especializados en un lenguaje legal complejo, que el intérprete debe conocer a la perfección.
Como ya comentamos en la anterior entrada relativa a la traducción jurada, la certificación como Traductor – Intérprete Jurado se obtiene superando el examen convocado periódicamente por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, tras lo cual se les otorgará un carné acreditativo, que incluirá el número de Traductor/a – Intérprete Jurado/a, la fecha de nombramiento, los datos personales e idiomas del traductor, su nacionalidad y una foto identificativa.
Si ya se posee un título de Traductor/a Jurado/a proveniente de un país extranjero, éste se podrá convalidar u homologar a través del propio Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Los traductores jurados figuran en el registro de la Oficina de Interpretación de Lenguas, donde se pueden consultar el listado de traductores por idioma, y acceder a los datos de contacto de los mismos.
Es importante aclarar que la acreditación como Traductor – Intérprete Jurado en un determinado par de idiomas permite certificar traducciones orales o escritas única y exclusivamente entre dicho par de idiomas, independientemente de que el traductor domine otros idiomas.
Si tenéis dudas o queréis más información sobre nuestros servicios de interpretación jurada o procedimientos de trabajo, no dudéis en dejar vuestros comentarios, o poneos en contacto a través de nuestro formulario.
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