Transmitir un mensaje de manera adecuada y comprensible ya es de por sí una labor compleja, máxime cuando este proviene de un idioma distinto al del destinatario.
Por eso es fundamental que todas las empresas, agencias y traductores independientes que ofrecen servicios de traducción mantengan unos mínimos de calidad homogéneos y certificados, dentro del marco de la Unión Europea.
Para asegurar la profesionalidad y calidad de las traducciones ofrecidas por los proveedores de servicios de traducción europeos (también conocidos como PST), estos deben obtener y mantener la certificación UNE-EN ISO 17100:2015, aprobada por la Unión Europea el 1 de mayo de 2015 y que sustituye a la anterior normativa UNE-EN 15038:2006.
No obstante, es importante reseñar que dicha normativa no se aplica a las traducciones realizadas por traductores jurados nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
¿QUÉ ES LA NORMATIVA DE UNE-EN ISO 17100:2015?
La normativa UNE-EN ISO 17100:2015 tiene como finalidad el estandarizar y simplificar la interacción entre los clientes y los PST en términos de sus necesidades contractuales, favoreciendo la trazabilidad del proceso y asegurando la calidad, tanto en el propio proceso de traducción y revisión de la misma, como en la relación previa y posterior a la prestación del servicio.
Por otro lado, la normativa también asegura una mayor precisión en el mantenimiento de las competencias y acreditación de los recursos implicados en el proceso.
RELACIÓN PREVIA CON EL CLIENTE
Una de las novedades de esta nueva normativa de calidad es la estandarización del proceso de preproducción desde el primer contacto con el cliente, incidiendo sobre todo en el tratamiento de las solicitudes de presupuesto, el estudio de la viabilidad del mismo, la preparación del proyecto, la especificación lingüística, o la regulación de los acuerdos entre cliente y PST.
PROCESO DE TRADUCCIÓN Y REVISIÓN INDEPENDIENTE
Un aspecto fundamental en el que la normativa UNE-EN ISO 17100:2015 hace especial hincapié es la regulación y trazabilidad de todo el proceso de traducción, que deberá incluir las siguientes fases de manera obligatoria:
- Gestión del proyecto debidamente documentada a través de fases bien definidas.
- Traducción del producto por un traductor cuyas competencias profesionales deben estar certificadas. (Ver Certificación de los recursos)
- Autocomprobación por parte del propio traductor como medida de seguridad.
- Revisión independiente realizada por un segundo lingüista que, además de competencias certificadas, debe tener experiencia traductora en el tema del proyecto.
- Verificación final y entrega de la traducción al gestor del proyecto.
Además de estos mínimos exigidos de traducción y revisión, los clientes podrán solicitar los siguientes servicios de valor añadido:
- Corrección de concepto realizada por un especialista en el tema sobre el que versa el texto traducido. Este se asegurará de que dicha traducción se adecúa de manera exacta a su intención y sentido originales, recomendando las correcciones pertinentes si las hubiere.
- Corrección de pruebas de imprenta previas a la entrega o publicación de la traducción.
PROCEDIMIENTO DE POSPRODUCCIÓN
Una vez llevado a cabo el proceso central de traducción y revisiones pertinentes, la norma también especifica la importancia de la interacción con el cliente, documentando los siguientes aspectos de manera adecuada:
- Posibles modificaciones requeridas por el cliente.
- Reclamaciones eventuales y comentarios respecto al trabajo realizado.
- Evaluación de la satisfacción del cliente, como procedimiento clave para mantener una política de mejora continua.
CERTIFICACIÓN DE LOS RECURSOS
Por último, la normativa UNE-EN ISO 17100:2015 establece una serie de requisitos específicos en materia de cualificación y competencias profesionales que deben ser cumplidas, registradas y mantenidas por todos los traductores, revisores, correctores de concepto y gestores que participen en el proyecto. Así pues, todos los recursos deberán cumplir al menos uno de los siguientes criterios:
- Disponer de una titulación homologada en estudios superiores de traducción.
- Disponer de una titulación superior homologada en cualquier otro campo educativo, además de dos años de experiencia profesional documentada como traductores.
- Tener al menos cinco años de experiencia profesional documentada como traductores.
En Zesauro Traducciones nos esforzamos por ofrecer siempre el mejor servicio a nuestros clientes, disponiendo de todos los certificados necesarios, en nuestro afán por encontrar la palabra exacta y el sentido preciso.
Si queréis más información sobre nuestros servicios de traducción, revisión o interpretación, no dudéis en dejar vuestros comentarios o poneos en contacto con nosotras a través de nuestro formulario.
Estaremos encantadas de ayudaros en todo lo que esté en nuestra mano.