La terminología financiera y contable puede a veces ser muy poco intuitiva en cualquier idioma, pero especialmente engañosa cuando se trata de traducir un texto especializado, si no estamos familiarizados con las particularidades normativas de este campo.
Por eso, nuestra recomendación cuando os enfrentéis a un texto financiero o contable, es que acudáis siempre a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y a la Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) que rigen cada sector en el país meta en cuestión, cuyos equivalentes en Francia serían las IFRS (International Financial Reporting Standard) y las IAS (International Accounting Standards), respectivamente. (La terminología española la podéis consultar aquí, y la equivalente francesa, aquí).
Podría parecer un consejo obvio, pero el volumen de trabajo, la inercia o los plazos de entrega a veces hacen que nos confiemos y tendamos a traducir ciertos términos de manera literal pensando que es la correcta, cuando en realidad existe una definición técnica quizás menos obvia, pero a todas luces más adecuada para el concepto en cuestión.
Un ejemplo claro de esto es la traducción al francés de valor razonable, que no es otra cosa que el importe por el que puede ser adquirido un activo o liquidado un pasivo entre partes interesadas y debidamente informadas que realicen una transacción en condiciones de independencia.
Un traductor no especializado podría traducirlo como “valeur raisonnable” por ser la traducción literal y estaría cometiendo un error de bulto. Si acudimos a la normativa IFRS nº 13 (equivalente al NIIF nº 13), nos encontraremos con que hacen referencia al concepto “juste valeur” como traducción adecuada de valor razonable.
Otro buen ejemplo sería el caso de conceptos como arrendamiento financiero o arrendamiento operativo, cuya distinción es ya de por sí difusa en español. Como bien explican en este blog, el primero hace referencia al clásico contrato entre arrendador y arrendatario, mientras que el segundo supone un mecanismo para la adquisición de activos o bienes sin tener que pagar la inversión al contado o recurrir a préstamos con entidades financieras.
Ambos términos están recogidos en la NIC 17, por lo que deberíamos consultar la terminología acuñada en la IAS 17 para localizar los términos franceses equivalentes, que en este caso serían “location-financement” y “location simple”, respectivamente.
En definitiva, para realizar una traducción especializada profesional y de calidad no basta con dominar el lenguaje meta. Es importante atenerse a la terminología propia de cada ámbito y tener muy presente que existe una nomenclatura adecuada para cada caso, por lo que hay que acudir siempre a los glosarios especializados para encontrar la palabra exacta y el sentido preciso en cada situación.
En Zesauro Traducciones contamos con un equipo de traductores especializados que se mantienen permanente actualizados en los glosarios específicos para cada materia.
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