Tras la vorágine navideña, hemos decidido echar la vista atrás para plasmar en números las sensaciones que nos ha dejado este último año, especialmente en relación con la época anterior a la pandemia.
¿Empezamos?
Cuando el mundo se paró de golpe
A estas alturas de la vida sobra decir que el año 2020 supuso un duro golpe para todo el mundo. Y nosotras no íbamos a quedar exentas de recibir ese revés.
A finales de aquel año, las ventas de Zesauro Traducciones cayeron casi un 20% respecto a 2019, siendo los trabajos más afectados los relacionados con las áreas de interpretación y de traducciones técnicas. Las ventas en interpretación cayeron un 67% y las traducciones técnicas, más de un 60%. Y era lógico; la actividad se paró absolutamente durante cien días, y cuando volvió lo hizo cargada de miedos, dudas e incertidumbres. Muchas empresas tuvieron que bajar la persiana, y viajar tardaría mucho tiempo en volver a ser una opción. Como consecuencia de ello, el ritmo de eventos internacionales presenciales se redujo a su mínima expresión, y actividades como el chuchotage quedaron vetadas por imperativo sanitario.
Tanto es así, que este año, a pesar de la relajación de las medidas y de cierta flexibilización en materia de desplazamientos, las cifras de trabajos relacionados con la interpretación han vuelto a caer otro 14%. Esto significa un descenso acumulado de un 72% de volumen respecto a las cifras antes de la pandemia.
Los eventos y congresos internacionales no terminan de recuperarse, lo cual genera una enorme incertidumbre sobre cuándo volveremos a alcanzar cifras similares a las de 2019, si es que llegamos a hacerlo algún día.
Pero no todo van a ser malas noticias
Las cifras dejan claras que la pandemia declarada en 2020 nos ha afectado profundamente, y que aún seguimos sufriendo sus consecuencias dos años después. Pero no podemos centrarnos solo en lo malo. Lo cierto es que, con mucho esfuerzo y trabajo duro, hemos conseguido revertir la tendencia negativa y obtener un fuerte crecimiento de ventas. En apenas un año conseguimos pasar de esa fatídica caída de casi el 20%, a cerrar el año 2021 con un incremento del 33% respecto a 2020. Esto no sería un dato significativo si no fuera porque hemos superado en un 7% la facturación previa a la pandemia (es decir, sobre el volumen de ventas de 2019).
Además, cabe destacar que en las traducciones técnicas, a pesar del descenso sufrido durante la pandemia, estamos recuperando el volumen de trabajo progresivamente, gracias a un importante nuevo cliente del sector de renovables.
Por otro lado, nuestro volumen de pedidos también ha mejorado las cifras prepandemia. En 2021 hemos incrementado los encargos en un 28% respecto al año anterior, gestionando en total un 31% más de palabras, e incrementando dicho volumen en un 13% respecto a «los felices 19».
Otro dato a destacar es la relevante crecida en traducciones juradas que se mantiene constante durante los dos últimos ejercicios, y que achacamos a la simplificación de los trámites de entrega con firma digital. Si quieres saber cómo realizar estos trámites de manera rápida y segura, te lo contamos en esta entrada anterior.
Y dejando a un lado las cifras, hemos aprovechado este periodo para perfeccionar algunos de nuestros procesos. Los cambios obligatorios derivados de la pandemia también influyeron en nuestro modelo de negocio y nos incentivó a repensar la manera de entender el trabajo. Durante estos últimos años, Zesauro Traducciones ha hecho un considerable esfuerzo por la conciliación laboral y familiar, el mantenimiento de los estándares de calidad y la lucha por hacer más fuerte a nuestro sector.
Si algo trajo consigo la pandemia fue una palabra que hasta entonces era nada más que una quimera, al menos en España: el teletrabajo. Este concepto puso patas arriba a muchas empresas, que apenas sabían cómo empezar a adaptarse a la nueva situación.
Por suerte, en Zesauro ya nos habíamos acercado a las posibilidades de conciliación que este —no tan nuevo— concepto podía ofrecernos: entre 2020 y 2021 hemos potenciado una renovación de nuestro modelo, con la mejora de equipamiento informático, la incorporación de sistemas de telefonía en los propios equipos y la integración de un plan de desconexión digital con el que facilitar el trabajo no presencial y la conciliación.
Es un orgullo para nosotras anunciar que gracias a todos esos esfuerzos hemos renovado hasta 2023 nuestro sello EFR, que nos califica como empresa familiarmente responsable, manteniendo, además, el nivel de Proactiva B.
Por otro lado, hemos entrado a formar parte de la Asociación ANETI, y nuestra intención, además de seguir dando difusión a sus actividades y contribuir a su importante labor, es conseguir, con el tiempo, la integración de esta con ASPROSET, de la que ya formábamos parte. De esta manera tendremos más fuerza, y podremos colocar a nuestro sector en el lugar que le corresponde.
¿Qué esperar de 2022?
En líneas generales, no solo pudimos encajar el golpe de la pandemia, sino que, con la salvedad de áreas como la interpretación, hemos conseguido superar nuestro volumen de trabajo previo a 2020, especialmente en el área financiera y jurídica, que actualmente representa el 70% total de nuestras ventas. Pero debemos mirar más allá.
Con la intención de que la «nueva normalidad» sea mejor que la antigua, en 2022 nuestros esfuerzos irán dirigidos a la implantación de un sistema mixto presencial/teletrabajo para todo el equipo de la oficina. De esta manera potenciaremos la conciliación a través de la flexibilización de nuestro modelo de trabajo.
La pandemia puso patas arriba nuestras vidas y, aun así, podemos sentirnos agradecidas de lo que tenemos y lo que hemos progresado a pesar de las adversidades. No todo el mundo ha tenido la misma suerte y es algo que tenemos muy presente. Por eso también quisimos ponernos del lado de quienes más lo necesitan, renovando nuestra colaboración con el Banco de Alimentos de Madrid. Durante la pandemia hemos sido más conscientes de la importancia de la solidaridad para nuestra comunidad, y por eso decidimos modificar los criterios de donación para conservar las mismas ayudas que los años anteriores.
También seguiremos luchando por la cooperación y colaboración de las diferentes asociaciones que hacen crecer al sector de la traducción y la interpretación, mejorando sus condiciones y su capacidad de crecimiento.
En definitiva, queremos extraer todo el aprendizaje posible de estos años tan complejos, y que 2022 sea el año en el que por fin convertimos la pandemia en un triste recuerdo.
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